La ley de medios audiovisuales ya es una realidad. Diez meses y media docena de medidas cautelares después de su promulgación, el texto que reemplaza la ley de radiodifusión sancionada por la dictadura fue reglamentada y obtuvo así su plena vigencia. “No estamos acostumbrados a vivir en libertad de expresión y nos parece que el imperio del monopolio es el único posible. Esta es la primera vez que vamos a avanzar hacia la democratización del marco jurídico de los medios en la Argentina”, aseguró Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca). Ahora el organismo podrá comenzar a exigir el cumplimiento de algunos de los principales aspectos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual aprobada en octubre pasado, como la regulación publicitaria, las cuotas de producción nacional y el ordenamiento de la grilla televisiva. También podrá adjudicar licencias a organizaciones sin fines de lucro, aunque deberá esperar un fallo de la Corte Suprema para dar por comenzado el plazo para que los grupos mediáticos se adecuen a los nuevos topes de licencias. La oposición rechazó que la ley se haya reglamentado antes de que se expida el máximo tribunal y sus legisladores harán una presentación a través del Parlamento (ver aparte).
“La ley pone a la Argentina en posibilidad de vivir en libertad de expresión y de terminar con las posiciones dominantes”, aseguró Mariotto. Para el titular del Afsca, la ley “es profundamente antimonopólica”, y la manera en la que fue reglamentada “garantiza la posibilidad de pluralidad y diversidad”, sostuvo.